El Coliseo Romano. Te contamos la historia de una de las maravillas del mundo

Su nombre oficial es Anfiteatro Flavio,  el cual hace honor a la dinastía Flavia, una sucesión de emperadores que fueron los artífices de la obra. Sin embargo, en años posteriores le adoptan el nombre de Coliseo por el gran monumento cerca del recinto conocido como El Coloso de Nerón.

Su construcción duró aproximadamente 10 años, desde el comienzo en el año 70 bajo la dirección del Emperador Vespasiano y concluye en el 80 en el mandato de su hijo el Tito. No obstante, años más tarde el Emperador Domiciano agrega otro piso  al edificio para albergar a más espectadores.

La historia del Coliseo Romano refleja el gusto de los emperadores y toda la plebe del imperio romano de la época por las sangrientas diversiones. Además, le permitían al pueblo tales entretenimientos. De hecho, las entradas para las funciones eran gratuitas.

Los espectáculos públicos eran celebraciones destacadas y populosas para la época, diversiones de la cuales los romanos disfrutaban mucho. La principal eran las brutales luchas entre gladiadores. Se trataba de hombres esclavos y prisioneros que los obligaban a realizar duros entrenamientos y manipular armas como espadas y lanzas para luego enfrentarse en la arena del anfiteatro con otros gladiadores en una feroz batalla por el premio, pero principalmente para conservar la vida. Otra de las funciones era las peleas entre fieras salvajes como leones, elefante, panteras, que llevaban de lugares lejanos. Estos también los enfrentaban con los prisioneros como parte de otros espectáculos.

Por otro lado, presentaban las increíbles batallas navales, que radicaban en llenar el ruedo de agua y representar  intensas peleas entre varios bandos con barcos y toda clase de implementos de guerra utilizados para ese tiempo. También, fue el escenario de la ejecución y muerte de muchos cristianos.

Además, diversas obras teatrales que hacían llenar de júbilo a los miles de aficionados que no se perdían los festejos y otros actos públicos. Por unos 500 años se llevaron a cabo todos estos espectáculos los cuales cobraron la vida de miles de mártires y muchos animales.

Después de la caída del imperio romano se utilizó esta colosal edificación como fortaleza  y refugio. Más tarde, se convirtió en un santuario para honrar a los martirizados del cristianismo durante el primer siglo. Hoy día se usa para algunas actividades religiosas presididas por el Sumo Pontífice.

¿Quién construyó el Coliseo Romano?

Es conocido mundialmente como parte de Las Siete Maravillas del Mundo Moderno desde el 2007. Además, se trata de una atracción turística de alto nivel cada año. Por eso, muchos desean averiguar quiénes fueron los arquitectos del mayor orgullo de Roma.

En el Campo de Marte, Roma, existió el primer gran Anfiteatro llamado Estatilio Tauro. Sin embargo, este edificio fue destruido por el enorme incendio ocurrido durante el año 64. Más adelante, el emperador Nerón mandó edificar una estructura temporal con madera en ese mismo lugar, la grandiosa Domus Aurea.

Después del suicidio de Nerón, el nuevo emperador, Vespasiano ordenó la edificación de un nuevo anfiteatro, el cual se conoce hoy día como el Coliseo de Roma. El objetivo era ofrecer recreación al pueblo romano, pues se trataba de un edificio público. Sin duda, Vespasiano pensó la creación del proyecto y manifestó sus ideas, pero la historia no indica que fuera el diseñador o arquitecto.

Si te preguntas quién construyó el Coliseo Romano, quizás te sorprenda saber que la respuesta es incierta. Lo cierto, es que las edificaciones romanas de la antigüedad eran levantadas para dar gloria a los emperadores. Por eso, se desconoce la identidad del arquitecto detrás de este asombroso monumento histórico. Tan solo existen teorías acerca de los posibles candidatos, algunos son Severo, Gaudencio, Rabirio o Apolodoro de Damasco.

El número total de personas que contribuyeron se calcula que alcanzó los quince mil hombres. Asimismo, se estima que más de una docena de entidades completas participaron en erigir el Coliseo, aunque de seguro existen muchos más sin documentación.

Los antiguos romanos crearon maquetas y planos del Coliseo Romano y luego escogieron materiales de calidad a una velocidad extraordinaria. De hecho, explotaron el uso del hormigón, un material que permitía rapidez en la construcción y posibilidades de elaborar arcos y bóvedas.

Además, el proyecto debía cumplir con el derecho civil romano y las leyes de edificación. Con todo, el Coliseo Romano en Italia es un símbolo de eficiencia romana a nivel constructivo.

 Esta majestuosa obra arquitectónica elíptica es ovoide, con una superficie total de 22.951 m2.

Arquitectura

Al estudiar quién construyó el Coliseo Romano, los arqueólogos dividen en cuatro bloques el trabajo. De hecho, se afirma que cada bloque tenía su propio arquitecto y un equipo específico. De manera que, se cree que todos trabajaran al mismo tiempo y con instrucciones idénticas.

Son muchos los historiadores arquitectónicos que se han dedicado a conocer cada parte y rincón de la estructura de este lugar. De hecho, se considera la edificación más majestuosa de todos los tiempos en Roma.

Posee forma de elipse, esto lo convierte en una estructura de tiempos modernos, aun cuando su edificación se llevó a cabo hace muchos años. En cuanto a las medidas tiene 50,75 m de altura, 156 m de ancho y un largo de 189m aproximadamente.

El coliseo abarca 4 pisos, los cuales poseen en su extensión 80 arcos con terminaciones medias, sostenidos por columnas. Además, en el área frontal, realza su majestuosidad con el uso de órdenes, diseñadas de manera distinta por pisos, para ello, se usaron el arte de las corintias, toscano, dórico y jónico.

En la extensa edificación se pueden diferenciar, 3 partes básicas que conforman todo el recinto, los cuales se describen a continuación:

Las gradas

Era el lugar destinado para acoger a más de 50.000 asistentes que iban a disfrutar de alguna presentación o batalla fijada para entretener. Constaban de 80 gradas y la entrada al recinto era de manera gratuita, ya que, los espectáculos los ofrecía el gobierno. Los asientos más próximos al área de la arena eran reservados para personas que pertenecían al gobierno y de alto estatus, no obstante, los demás se repartían según la clase social. Se podía acceder a los bancales de manera sencilla y rápida, a través de las 80 puertas de acceso.

La arena

Era el área donde trascendía el espectáculo, medía 75 m de ancho y unos 44 m de largo. Tenía una forma ovalada, con un piso elaborado en madera, revestido de una capa de arena. Debajo de este segmento, se encontraba una especie de subterráneo donde permanecían los animales, jugadores y protagonistas del espectáculo. Por consiguiente, para mayor efectividad, contaba con un montacargas que trasladaba de forma rápida a los actores a la arena, lo que generaba un efecto atrayente.

El velario

En su parte superior, el anfiteatro tenía una lona que servía como toldo para cubrir de lluvias y sol. Estaba distribuida en varios sectores, de manera que, cada cubierta podía desplegarse sin afectar las otras. Era manipulada por marineros, debido a que, su mecanismo es muy similar al utilizado en las velas de barcos. Por otro lado, en las noches se colgaban lámparas a través del velario para dar claridad al espectáculo.

Sin duda alguna, es uno de los recintos de mayor significado turístico en Roma. A pesar de los años, la arquitectura del Coliseo Romano se posiciona entre las más significantes de la historia. Hoy día, son miles las personas que visitan mes tras mes este lugar.

Inauguración

Aun sin culminar la obra se decidió realizar una extraordinaria celebración para inaugurar el anfiteatro. Dicha festividad, presentó múltiples juegos sangrientos como naumaquias o batallas navales, luchas de gladiadores, combates con animales y ejecuciones.

Según los datos registrados estos sanguinarios espectáculos tuvieron lugar durante unos 100 días. Además, al finalizar la inauguración dejo un saldo de 9.000 animales muertos. También, perdieron la vida dentro de la arena 10.000 prisioneros de guerra. Con todo, quedó registrada la batalla emblemática de los gladiadores Vero y Prisco que culminó en la libertad de ambos.

Dimensiones

Esta construcción romana impresiona en vista de la complejidad que enmascara a esta joya de la arquitectura. Por ejemplo, cuando se construyó el Coliseo Romano, una de las razones fue mostrar que el Imperio Romano tenía un equipo político superior comparado a otras ciudades.

Una mirada a los planos del Coliseo Romano te dará una idea de sus dimensiones y antigua majestuosidad:

  • Estructura elíptica: Presenta 189 metros de largo, una anchura de 156 metros, una altura de 50.75 metros desde su punto más elevado y una superficie total de 22.951 m2.
  • Fachada: Su parte externa tiene una altura de 48,5 metros. Se compone de 80 arcos de 4,2 metros de ancho y una altura de 6,45 metros.
  • Arena: Esta parte del Coliseo Romano es muy grande, abarca 83 metros de largo, 48 metros de ancho y una superficie de 2.943 m2.
  • Gradas: Fueron divididas en 80 filas, donde la más baja tenía una altura de 3 metros, mientras que la más alta presentaba una altura de 40 metros.
  • Hipogeo: Es la parte subterránea del Coliseo, el cual sigue los contornos de la arena y contiene pasajes, nichos y múltiples corredores.

Capacidad del Coliseo

Al finalizar la construcción, el anfiteatro disponía de 80 hileras de asientos para albergar entre 50.000 y 80.000 espectadores. Estos se repartían, por las diferentes gradas según su clase social. La idea de un anfiteatro descomunal era mantener entretenidas a las masas. Por eso, mientras más personas ingresaban en el Coliseo Romano mejor era el resultado.

Hoy día, la capacidad del Coliseo Romano es muy escasa, debido a múltiples razones de seguridad, higiene y protección del monumento. Por eso, solo es permitida la entrada de 2.000 personas, máximo 3.000, al mismo tiempo. Además, los visitantes son repartidos en grupos con un límite de 20 individuos.

Tomado de COLISEOROMANO.net.

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